Niño, deja ya de joder con la política.

Análisis del vínculo infancia-política representado en dibujos animados Argentinos.

Introducción

A lo largo de este desarrollo vamos a abordar el análisis de 2 obras que muestran a la niñez en ejercicio de actividad política. Estas representaciones, al mismo tiempo, serán analizadas en el contexto político en el que fueron producidas.

Super Hijitus en su contexto de producción

Los argumentos de la presentación que se desarrolla a continuación tendrán como eje central un capítulo de “Las aventuras de Super Hijitus” llamado
“Rebelión en el patronato” que se reemitió el día 11 de Noviembre de 2013, en el bloque infantil de Canal 13.1
“Las Aventuras de Súper Hijitus” es la primera serie de dibujos animados de la Argentina. Se estrenó en 1967 en Canal 13. Desde su estreno hasta 1974 se transmitió de lunes a sábados. Entre 1967 y 1968 se produjeron 10 episodios en blanco y negro. Entre 1969 y 1972 se realizaron 53 (de los 74 totales) capítulos entre los cuales se encuentra “Rebelión en el patronato”.
La producción integral de la serie estuvo a cargo de García Ferré y su emisión se realizaba en un canal privado del país. Si bien se pueden encontrar intentos de vincular a García Ferré en complicidad con los regímenes dictatoriales, no hay pruebas contundentes del vínculo ni investigaciones que lo demuestren. Entonces, no se hará aquí una interpretación de las intenciones del creador, sino la posibilidad de existencia de una obra en un contexto político determinado.
La serie tiene su mayor nivel de producción en el contexto de gobiernos de facto. “Rebelión en el patronato” fue realizado durante el gobierno dictatorial de Juan Carlos Onganía. No he podido encontrar referencias directas a la participación de dicha dictadura en la elaboración de los guiones aunque su emisión es una muestra clara que su contenido no representaba intereses contrapuestos a los objetivos de la autodenominada “Revolución Argentina”. El onganiato tenías mecanismos elaborados para identificar elementos subersidos y actuar rápidamente en su supresión. Tal como expresaba en 1977: “El régimen del onganiato busca eliminar todo lo que sea disrupción, conmoción, enfrentamiento, debate. Se propone suprimir las demandas y presiones de los grupos mayoritarios que se encarnan en organizaciones y movilizaciones autónomas. Niega el pluralismo político, y pretende extirpar la instancia política como orden institucional legítimo, a remplazar el estado autoritario - tecnoburocrátivo, la represión selectiva y la representación corporativa de intereses, clases y regiones. Mira con sospecha y hostilidad todo acto y toda actividad sociales que entren en contradicción con sus premisas y objetivos o de algún modo las amenacen. El onganiato suprime el Parlamento y los partidos legales, restringe al mínimo la actividad política, somete al poder y lo relega a un papel instrumental. Censura y acosa los medios de información y los centros de creación cultural y científica. Desata en julio de 1966 un ataque innecesariamente brutal contra las universidades, y les impone luego un régimen de severo control y de restricciones múltiples que se combina con el otorgamiento de una libertad vigilada a grupos de docentes y estudiantes de orientación falangista, desarrollista, conservadora liberal o de filiaciones izquierdistas coincidentes con aquellas. Vigila y persigue a los actores sociales que expresan y difunden la diversidad y el inconformismo. Impone en el gobierno y en la sociedad un espíritu y un clima de medievalismo, de beatería y moralina, y los traduce en medidas que alcanzan los extremos del ridículo” (González Casanova, P. 1977. pg 61).
La clave del éxito de la serie pudo estar en múltiples elementos (la cercanía de los personajes, el desprendimiento de una historieta de gran divulgación, la utilización de elementos del musicales, etc) pero su posibilidad de existencia estuvo determinada por no incomodar al regímen dictatorial.

Raimundo: niño, pobre, protestón, desagradecido y ladrón.

En “Rebelión en el patronato”, el villano principal es Raimundo, un niño de unos 8 años que coordina la toma del patronato en reclamo de mejores cuotas alimentarias.

Comienza con el nombramiento de Pucho (un villano clásico de la serie) como policía recibiendo la felicitación de Hijitus (el héroe protagonista) por “pasarse a las filas del bien”. En su primera intervención oficial, Pucho denuncia una conducta inadecuada de Raimundo. En el patronato se puede ver los internados levantando las banderas de su líder mientras que las directoras (dos señoras de modales exageradamente refinados y ropas elegantes) se horrorizan por el reclamo y piden a un empleado que “Vaya a buscar el traje de fajina para reprimir este desorden”. Su compañera asiente mencionando “tenemos que salvaguardar la calma de estos futuros delincuentes”. El comisario pide a Super Hijitus que resuelva la situación pero éste se ve imposibilitado porque los niños tienen de rehenes a las autoridades. Oaky (un bebé caprichoso amigo de Hijitus), en paralelo, acusa a su padre multimillonario (Goldsilver) de ser el responsable. Éste se defiende diciendo que entrega plata suficiente y sostiene que no va a permitir el motín mientras dice: “ahora verán esos ingratos”.

Super Hijitus elabora un plan de acción “contrarrevolucionario” que implica disfrazarse de pobre para mezclarse entre los niños. Luego de una serie de peleas, Oaky se nombra interventor administrativo del patronato para investigar la toma. En medio de los cálculos entre la donación de Goldsilver y los gastos declarados de la directora, llegan a un acuerdo que el dinero debería ser suficiente. Goldsilver se lamenta: “Doy, doy... y siempre mal visto estoy”. Siguiendo con la investigación, descubren que Raimundo, en complicidad con Neurus (el villano con más presencia de la serie y con el que se conoció en la cárcel), eran los responsables del robo del dinero. Super Hijitus los detiene, el comisario indica llevarlos a la cárcel pero las directoras solicitan darles antes una paliza con sus propias manos.

A la sociedad civil que consumía masivamente esta narrativa no le represantaba conflicto alguno las lineas del guión mencionadas. Al menos en las retrospectivas que se realizan sobre la serie, el recuerdo es siempre desde lo nostálgico de un tiempo de “pureza, inocencia y humor sano”2. Si bien es posible que hayan existido manifestaciones críticas, la sociedad argentina denunciaba masivamente este tipo de referencias que atentan con la entonces vigente Declaración de los Derechos del Niño aprobada el 20 de noviembre de 1959 de manera unánime por todos los 78 Estados miembros que componían entonces la Organización de Naciones Unidas. Raimundo y los demás niños que participan del motín, no tienen derecho alguno. Lo importante es mantener la calma (mediante la represión). No es legítima la demanda de una niñez activa políticamente (salvo para Oaky).

Si bien están ridiculizados por la exageración de los amaneramientos, el guión muestra como lógico la obligatoriedad de los niños de ser agradecidos tanto con Goldsilver como con las directoras del patronato. En Argentina, la tríada rico-donación-pobre tenía como antecedente el enfrentamiento entre Eva Perón y las sociedades de beneficiencia. Eva se refiere en sentido opuesto al argumento del guión cuando afirma: Perón me ha enseñado que lo que yo hago a favor de los humildes de mi Patria no es más que justicia. (…) No es filantropía, ni es caridad, ni es limosna, ni es solidaridad social, ni es beneficencia. Ni siquiera es ayuda social, aunque por darle un nombre aproximado yo le he puesto ése. Porque la limosna para mí fue siempre un placer de los ricos…. Y … para que la limosna fuese aún más miserable y más cruel, inventaron la beneficencia y así añadieron … el placer de divertirse alegremente con el pretexto del hambre de los pobres. La limosna y la beneficencia son para mí ostentación de riqueza y de poder para humillar a los humildes” (Perón, E. 1951).

Sostenemos en este trabajo, que la industria cultural y los capitalistas culturales se aprovechan de las masas por igual en tanto que publican y transmiten productos basados en fórmulas estandarizadas que atraen al público masivo, y al mismo tiempo glorifican y promueven la cultura capitalista3. Dicho de otra manera, refuerzan la ideología de la clase dominante no como un plan siniestro de oculamiento sino porque representa los valores de su clase y, en cierta medida, los detenta naturalizados. Al mismo tiempo, son valores y conceptos sostenidos por la mayoría de sus consumidores y que, por ello, no genera tensiones conceptuales masivas. Las relaciones de poder entre las clases están invisibilizadas. Para que ello funcione debemos entender que los regímenes de visibilidad no son neutros ni naturales, está situada.

Super Hijitus sigue reprimiendo.

Son frecuentes las reemisiones de la serie de este héroe Argentino4. Desde 1997 a la fecha los 53 episodios producidos entre 1967 y 1972 son puestos en pantalla cíclicamente. Hace poco tiempo, en una entrevista radial a Adrian Suar, gerente de programación de canal 13 se le pregunta porqué siguen pasando Super Hijitus (más "El Zorro" y "Piñon Fijo") y la respuesta fue sencilla (aunque no textual): "Porque rinde, es un buen programa, a los chicos les gusta y tenemos los derechos".

A esta frase podemos agregarle un dato interesante. Desde la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (Ley Nº 26.522) se establece la obligatoriedad de programación infantil (Art. Nº 121 inc F) y el porcentaje mínimo de 60% de producción propia y 20% de producción independiente (Art. Nº 123).

En 2010, Emanuel Respighi analizaba el mapa de la radiodifusión por Ley 26522: La cuota de programación infantil, que durante años los canales abiertos habían abandonado y cedido a la TV paga, fijó tres horas diarias de transmisión de material audiovisual específico para niños y niñas, de las cuales la mitad deben ser de producción nacional. Hasta mayo, más del 50 por ciento del tiempo de emisión de infantiles en los canales capitalinos provenía de EE.UU. (desde hace una semana El Trece repuso Piñón Fijo es mi nombre e Hijitus). Además, la ley prohíbe la participación de niños o niñas menores de 12 años en programas que se emitan entre las 22 y las 8, salvo que hayan sido grabados fuera de ese horario, circunstancia que se deberá mencionar durante su emisión. Como ya lo realizan las señales de cine del cable, antes del inicio de los programas que no fuesen aptos para todo público, y con el comienzo de cada bloque, los canales de TV deberán emitir la calificación del contendido, de acuerdo con las categorías establecidas por la Afsca”5.

Por otro lado, es necesario decir también que no representa conflicto ideológico masivo y, hasta se puede sostener que sigue en la línea editorial de los bloques informativos del canal (para ello se puede analizar la cantidad de horas destinadas a cubrir notas de delincuencia juvenil, violencia escolar y “politización” en las escuelas). Siguiendo el planteo de Claudia Korol y Roxana Longo: La criminalizacion de los movimientos populares es un aspecto organico de la politica de control social del capital. Articula distintos planos de las estrategias de dominación, que van desde la criminalizacion de la pobreza y la judicializacion de la protesta social, hasta la represión politica abierta y la militarización. Son distintos mecanismos tendientes a subordinar a los pueblos a las lógicas políticas del gran capital, para asegurar el control de los territorios, de los bienes de la naturaleza, de las poblaciones que los habitan, y para reducir, aislar, o domesticar las disidencias” (Korol, C. Longo, R 2009). Las autoras analizan en su libro “...algunas modificaciones producidas en las últimas decadas en el capitalismo, como interactuan con los cambios en el Estado que permiten reproducirlas y afianzarlas; partiendo de que las nuevas modalidades represivas, entre las que son centrales la criminalizacion de la pobreza y de la protesta social, no son “vestigios del pasado dictatorial no desmantelado”, sino mecanismos de control “sumamente actuales” y funcionales a los patrones de acumulacion del capitalismo del siglo XXI”.

Podemos entender este consentimiento en términos de hegemonía de clase. "La hegemonía implica que la dominancia de ciertas formaciones son aseguradas, no por la compulsión ideológica, sino por la dirección cultural. Ésta circunscribe todos estos procesos por medio de los cuales una alianza de clase dominante o bloque imperante, que ha efectivamente asegurado dominio sobre los procesos económicos primarios en la sociedad, extiende y expande su dominio sobre ésta en un modo en que puede transformar y renovar su forma de vida, sus costumbres y conceptualizaciones, sus distintas formas y niveles de cultura y su civilización en una dirección que, mientras no generen directamente inmediato un provecho para los limitados intereses de una clase particular, favorece el desarrollo y expansión del dominante social y los sistemas productivos de vida como un todo. El punto crítico sobre esta concepción de hegemonía (la contribución más distinguida de Gramsci) es que la hegemonía es comprendida y terminada, no fuera de la debida medida de compulsión legal y legítima, sino principalmente por medio de ganar el activo consentimiento de las clases y grupos que fueron subordinados dentro de ésta" (Hall, 1980).” (en UEQUÍN, G. 2013 a)

Grandes avances se dieron a nivel nacional e internacional en la reinvindicación de los derechos de los niños, se legisló ampliamente su derecho a la educación, la prohibición del trabajo infantil, el cuidado de la infancia y la inimputabilidad de los menores. Pero el capítulo sigue siendo emitido sin horrorizar a nadie sobre el abordaje de la infancia y su relación con el mundo adulto, el capítulo sigue diviertiendo naturalmente a los niños (y familias) en las mañanas argentinas. Debemos decir también que los 2.6 puntos de rating que promedia el programa no representa ni el 10 de horas de pantalla que tienen los niños argentinos en promedio y que el espectro de oferta audiovisual para niños es muy amplio y cada obra podría ser sometida a este tipo de análisis.

El discurso de naturalización de los mecanismos del capital están muy bien plasmados en la discusión establecida en los comentarios que tiene este capítulo en Youtube. De las 27.345 visitas que recibió, cosechó 5 comentarios, entre ellos:

1- Leonardo Vivas Hace 8 meses es re facho este capitulo o me parece!?!!?!

2- nicolas tello Hace 7 meses creo que te parese nomas

3- ahuaman2002 Hace 3 semanas Leonardo de donde carajo sacas que este capitulo sea facho salame, debes ser un choriplanero"

La violencia de la advertencia es tal que remite a descalificar a quien advierte situándolo en el marco de un tipo de clase social que recibe choripanes para asistir a actos políticos y vive solicitando planes sociales. Es un comentario que facilmente podría ser parte del guión de diálogo de las directoras del orfanato.

La discusión planteada en la plataforma de Youtube no podría tener esa presencia y permanencia en un canal de aire. Al igual que puede leerse un gran número de posteos en blogs y redes sociales donde se pone como eje la ideología sostenida en la obra.

La discusión es comprensible en tanto que, al ver el capítulo se pone en juego niveles de lo ético: “La ética o, mejor, lo ético, no tiene que ver con normas y valores, con derechos y deberes, con juicios o tribunales, con razones o razonamientos, con principios o imperativos o fundamentos. Lo ético pertenece al orden, o más bien al desorden, de la excepción, del acontecimiento. Por eso tiene que ver con una respuesta singular, contingente, finita, provisional, incierta… a una demanda que siempre viene del otro. Y una respuesta, además, que nunca se puede dar por supuesta, sino que debe buscarse una y otra vez, cada vez de nuevo. Lo ético, en la mirada, tendría que ver, entonces, con una mirada que responde a otra mirada, a una mirada previa e imperativa de otro o d l otro que desfonda la propia mirada, que la pone en cuestión, y que, de alguna manera, la interpela, la interroga”(Larrosa, J. 2013).

“Rebelión en el patronato” ficción sin propuesta educativa.

Sería injusto no reconocer las licencias poéticas que pueden tomarse los dibujos animados para hacer más atractivo el guión. Supongamos que aceptamos que en Trulalá encarcelan a un niño porque todos sabemos que eso no se puede; que los superhéroes le pegan a los niños que se portan mal, o que los ricos de verdad dan generosamente más de lo que se necesita. Si no se realiza un trabajo de análisis y discución de la obra, si no se proyecta el análisis de estas tensiones, Trulalá no se reconoce como un mundo ficticio, sino que representa al propio barrio donde vivimos. La televisión tiene sus propias reglas de legitimidad.
Por ejemplo, es un error creer que “La Asombrosa excursión de Zamba” constituye la mirada oficial sobre la historia y da cuenta del modo en que se debería trabajar en las escuelas. La propuesta del Ministerio, a través del acuerdo político de alcance nacional que se plasma en los NAP (en este caso de Ciencias Sociales), está relacionada con el análisis crítico y contextualizado de la historia. La emisión de Zamba tiene un marco conceptual definido por el ministerio y que aborda las tensiones, los anacronismos y los datos falaces de la obra en un marco crítico y analítico. Desde diarios masivos como “La Nación” se han ocupado de analizar los datos erróneos y la visión de la historia que se manifiesta6 pero nunca han realizado un análisis similar para las aventuras de Super Hijitus.
Es imposible sostener una intención manifiesta de consolidar el capitalismo por parte de la conducción de Canal 13. Sí podemos afirmar que no impulsa ninguna acción para abordar la problemática vivida por los personajes. Todo lo que allí sucede es natural y lógico.

Los niños que destruyen los valores tradicionales de nuestra cultura.

Una relación totalmente opuesta con respecto a “infancia, participación y arte” podemos encontrarla por ejemplo, en la prohibición de libros infantiles por parte de la última dictadura militar en Argentina. A través del Boletín N° 142 – julio 1979 – Ministerio de Cultura y Educación, se prohíbe la distribución de la obra "La Torre de Cubos" de la autora Laura Devetach donde los niños que aparecen en los cuentos, claramente tienen una participación activa frente a las situaciones de injusticias que constituyen el nudo de cada cuento. Entre los argumentos que se detallan para la prohibición, puede leerse: “Que algunos de los cuentos-narraciones incluidos en el mencionado libro, atentan directamente al hecho formativo que debe presidir todo intento de comunicación, centrando su temática en los aspectos sociales como crítica a la organización del trabajo, la propiedad privada y al principio de autoridad enfrentando grupos sociales, raciales o económicos con base completamente materialista, como también cuestionando la vida familiar, distorsas y giros de mal gusto, la cual en vez de ayudar a construir, lleva a la destrucción de los valores tradicionales de nuestra cultura”7.
El cuento desarrolla la historia de un hombre que distribuye en forma gratuita unos cuadernos (que nacen de un árbol) y que atenta contra los intereses de un vendedor de libros. Los niños, son partícipes activos en la defensa del árbol enfrentándose a la propia policía. Más allá de los argumentos formales de la dictadura comenzada en el 76, son obvias las causas reales de la prohibición. 
34 años después, este mismo cuento es incluido en un Plan Nacional de Lectura. El niño que forma parte, desde la praxis, de la Historia hoy es oficialmente mostrado.

En el “Libro de lectura del Bicentenario” primaria I, “La planta de Bartolo” es incluído para su distribución nacional. La propia presidenta de la nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner, prologa el compilado y sostiene “Pensamos que la buena literatura es la que nos abre interrogantes y, al hacerlo sugiere –sin necesidad siquiera de escribirlas– muchas respuestas sobre la vida y el mundo a través de los siglos. No todas, porque tal vez las respuestas más importantes no se logran en términos individuales, sino que se construyen colectivamente.
La verdadera igualdad de oportunidades está en asegurar el acceso universal a los bienes materiales y culturales. A todos ellos por igual. Y la palabra es un bien cultural cuya riqueza debe ser distribuida con equidad, para que estas generaciones y las futuras puedan ser más libres y contribuyan en la tarea de construir un país mejor.”8
El espíritu de esta cita se puede reconocer también al ver la programación completa del canal infantil del Ministerio de Educación de la Nación (Paka paka) y en particular en propuestas como “la gran pregunta” donde Hugo es un niño que no deja de encontrar preguntas cada vez más complejas y conflictivas que no tienen respuestas en la obra sino que establecen puntos de partidas para la discusión; o en “de cuento en cuento” que es una serie donde un cuentacuentos comparte diferentes cuentos con un grupo de niños que discuten las producciones, se ponen en la piel de los personajes y realizan sus propias historias.

¿Qué nos queda a los profesionales de la Educación?

Como Rosa de Luxemburgo en “Reforma o Revolución” no es necesario esperar a que las condiciones estén dadas para afrontar la revolución necesaria. Sin ser el abanderado de la causa, cada uno puede encontrar los puntos desde los cuales construir fisuras que aporten a la ruptura definitiva del sistema. Como pudimos ver en el texto precedente, desde el ámbito oficial se realizan determinadas reparaciones históricas pero ello no implica un correlato directo en el pensamiento general de la población. En tanto docentes, podemos generar miles de alternativas para poder profundizar la discusión crítica y la exploración de alternativas. Con recursos mínimos, talento inexistente y familia y amigos dispuestos a ayudar generamos una animación sobre “La planta de Bartolo” (que aparece más arriba) a partir del cual se genera una particular secuencia didáctica para el abordaje de los contenidos vinculados a la obra. La obligación y responsabilidad del docente no está en producir contenidos audiovisuales sino en inventar nuevas propuestas de abordar la enseñanza. 

Bibliografía

GONZÁLEZ CASANOVA, Pablo. América Latina: América del Sur, Volumen I. Siglo XXI, 1977.
KOROL, Claudia; LONGO, Roxana. Argentina, criminalización de la pobreza y de la protesta social - 1º 1a ed. El Colectivo, América Libre, 2009.
LARROSA, Jorge. Palabras e imágenes para una ética de la mirada. Curso: Educación, imágenes y medios 2013 Cohorte 9. Clase 27. Flacso Virtual. 2013.
PERÓN, Eva. La razón de mi vida. Ediciones Peuser, Buenos Aires, 1951.

Notas

1 - Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=Li28DTUI3XY (ultima consulta 26-02-2014)

2 - Comentarios del estilo en: https://hijitusyamiguitus.blogspot.com.ar/

3 - Corominas I, Casals A. (1999): Modelos y medios de comunicación de masas, Descleé de Brouwer. Colección Aprender a ser. Bilbao.

4 - http://www.clarin.com/espectaculos/tv-y-radio/Hijitus-dibujo-animado-argentino-TV_0_890911060.html

5 - Domingo, 26 de Septiembre de 2010. El mapa de la radiodifusión dibuja sus nuevas fronteras. Emanuel Respighi. https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/19-19395-2002-05-06.html

6 - Un ejemplo de este tipo de inferencias en https://www.lanacion.com.ar/1495635-zamba-de-paka-paka-relata-la-historia-oficial-en-version-infantil

7 - Extraído de https://www.imaginaria.com.ar/17/6/la-torre-de-cubos.htm

8 - Libro del bicentenario. Ministerio de Educación de la Nación. Plan Nacional de Lectura 2010. Disponible en https://planlectura.educ.ar/pdf/bicentenario/02_libro_primaria_1_web.pdf